En el sur oriente de Ambato se encuentra Julieta Chocolatiére, un emprendimiento que comenzó luego de la pandemia de covid-19.
La idea fue combinar cacao con otros productos orgánicos saludables y las primeras pruebas fueron de chocolate con quinua y amaranto.
Sara Morales, administradora de la fabrica, explica que muchas veces no resulta sencillo hacer que los más pequeños de la casa consuman productos como la quinua “que al mezclarlo con chocolate los convierte en más atractivo para ellos y les encanta”.
La fabricación inicia con la llegada del cacao desde la provincia de Manabí, la quinua llega desde Chimborazo y el amaranto es importado de Perú.
Los responsables de este emprendimiento dicen que hay muchos beneficios al consumir este tipo de chocolates y mencionan que por ejmplo, “las personas adultas pueden mejorar su metabolismo, a controlar hormonas y a los ancianos les ayuda por la cantidad de proteína y fibra que reciben con este snack”, manifestó Sara Morales, administradora de Julieta Chocolatiére.
“Fue una competencia realizado por la cadena Rewe, unos supermercados de Alemania, donde 100 personas de jurado y chef internacionales son los encargadas de escoger el mejor proyecto orgánico”, contó Iván Ponce, gerente deJulieta Chocolatiére.
Además la empresa aplica la economía violeta y dan prioridad a la contratación de mujeres; actualmente son tres de la tercera edad y 10 profesionales recién graduadas de las universidades.
Una de ellas es Celia Gavilánez, trabajadora de Julieta Chocolatiére, quien recalca que un gran beneficio porque pueden ayudar sustentando su hogar, mejorando su educación y proporcionando un mejor futuro a sus hijos.
Ahora están creando una nueva línea de snacks con la que esperan llegar a los Estados Unidos y crear más fuentes de trabajo.